La prueba del tiempo y los escritos del Nuevo Testamento

A lo largo de la historia, los escépticos y ateos han esgrimido el argumento de que entre los sucesos narrados sobre Jesús en el Nuevo Testamento y la escritura de los mismos, transcurrieron lapsos de tiempo muy amplios, deformando y mitificando la historia original y deidificando un personaje histórico, pero ¿este razonamiento es plausible? ¿Realmente el Jesús en quien creemos los cristianos es mas una figura legendaria que un personaje histórico?

Primeramente hay que analizar la evidencia disponible antes de sacar cualquier conclusión. Juan el Apóstol indicó a su discípulo Papias (el cual posteriormente paso a ser un padre de la iglesia primitiva en el siglo II) que el primer evangelio escrito fue el de Marcos, alrededor del año 64 DC (como fecha tardía), según un escrito redactado por Papias en el año 130 DC. Según este escrito el evangelio de Marcos esta basado en el testimonio de Pedro el Apóstol, del cual conocemos que fue martirizado en Roma por Nerón en el incendio de esta ciudad, el cual aconteció en 64 DC; por esta razón se atribuye que este evangelio fue compuesto a más tardar a esta fecha. Por su parte, en el año 180 DC, Ireneo, otro padre de la iglesia, discípulo de Policarpo quien fue a su vez discípulo de Juan el Apóstol, señala algo similar a lo escrito por Papias añadiendo que Mateo escribía su evangelio mientras Pedro y Pablo predicaban, Lucas compuso su evangelio según el testimonio de Pablo y el ultimo evangelio en producirse fue el de Juan cerca del año 90 DC.

Sabemos que la muerte de Cristo ocurrió alrededor del año 30 DC es decir, que entre la muerte de Cristo y la redacción de los evangelios transcurrieron como mucho 34 años, ahora bien, si consideramos que muchas de aquellas personas que daban testimonio acerca de Jesús (alrededor de 500 personas fueron testigos ver 1 Corintios 15:6) aun se encontraban vivos al momento de redactarse los evangelios para desmentir cualquier versión errónea o fantasiosa, mas aun si tomamos en cuenta que los primeros cristianos eran judíos y no consentían la mentira (sino como una ofensa a Dios mismo), además de que de ser una mentira no les proporcionó ningún beneficio, sino todo lo contrario: persecución, tortura, desprecio y muchas veces hasta la muerte misma, todo por el hecho de defender una "mentira"; cuando todo lo que tenían que hacer era retractarse de lo que afirmaban y ahorrarse todo ese sufrimiento.

Cabe mencionar que los evangelios no fueron los primeros escritos del Nuevo Testamento realizados, este puesto corresponde a las cartas Paulinas (se cree que la primera carta a los Tesalonisences fue escrita 15-20 años después de la resurrección de Cristo). La intención de estas cartas no fue como tal reseñar una biografía de Cristo, sino mas bien exhortar y aconsejar a las iglesias nacientes de sus problemas frecuentes, aun así estas contienen una alta carga doctrinal, en especial de temáticas relacionadas con los principales credos de los primeros creyentes, los cuales es por demás decir están estrechamente relacionados a los hechos narrados en los evangelios, demostrando así que los primeros cristianos estaban plenamente concientes de los sucesos milagrosos que rodearon a Jesús durante su ministerio en La Tierra, en momentos tan tempranos de la cristiandad.

Por otra parte, si tomamos el lapso de tiempo entre los hechos y la redacción de los evangelios y lo comparamos con otros escritos históricos de la antigüedad, científicamente aceptados por investigadores, encontramos que el Nuevo Testamento pasa la prueba de una manera sobresaliente; por ejemplo las mas antiguas biografías de Alejandro Magno hechas por Arriano y Plutarco se escribieron 400 años luego de su muerte, los anales de Roma Imperial compuestos por Cornelio Tacito en el año 116 DC relatan hechos de hasta 180 años de antigüedad por su parte, la "Historia" de Herodoto compuesta cerca del 444 AC reseña hechos de hasta 100 años de antigüedad; cabe mencionar que el manuscrito mas antiguo conservado de este ultimo data de mil años luego de su escritura.

Durante los últimos años los eruditos han tomado posturas filosóficas que quebrantan la ética científica, lo natural al estudiar un hecho histórico es conceder el beneficio de la duda a cualquier documento y dejar que la evidencia hable, para luego sacar las respectivas conclusiones, esto es común para cualquier documento, sin embargo, al analizar La Biblia se toma una postura antisobrenatunalista descartando intencionalmente todo hecho milagroso y muchas veces desechando todo el documento, aplicando de esta forma un análisis altamente riguroso que jamás le darían a otro escrito distinto a La Biblia. Esta actitud anticientífica de elaborar conclusiones antes de analizar u observar un hecho histórico reflejado en La Biblia es muy común entre cualquier investigador que quiera etiquetarse de respetable, aunque la misma viola abiertamente los principios de la investigación científica en su naturaleza misma, es por ello que La Biblia debe ser estudiada con mas honestidad para ser comprendida mejor.